sororidad

En esta obra de arte generativa tratamos el concepto de la voz y el acto de hablar como el mejor de los recursos para conectar con otras personas, y con la que logramos una cierta notoriedad de nuestra propia existencia. El título de la obra hace referencia y homenaje al concepto de sororidad. El inconsciente colectivo de mujeres que se apoyan y se unen en grupo para defender cuestiones sociales de género, especialmente en situaciones y actitudes machistas y sexistas. Y que ante los conflictos grupales y comunitarios apelan a la sororidad. Para hablar, dialogar, conversar, argumentar, deliberar, debatir, afirmar, comentar, disputar, cantar o gritar, en definitiva, tener voz. La comunicación, ya sea en forma de sonido o visual es importante para relacionarnos con nuestro entorno y las personas que lo conforman. Queramos o no, estamos conectadas como seres humanos, nos convocarnos en el acto del discurso para mejorar como personas, evolucionar y aprender unas de otras.

La pieza visual se compone de una serie de puntos que se conectan entre si mediante una línea y dependiendo de la distancia entre los puntos. El conjunto forma una composición abstracta de conexiones que cambia su movimiento y evoluciona su apariencia dependiendo del sonido que recibe el micrófono. Cuantas más líneas estén conectadas al mismo punto, estos cambian su morfología de color y tamaño. La forma visual solo está en movimiento dependiendo del sonido que captura el micrófono. Esta instalación genera estructuras diferentes y en constante cambio, únicamente la estructura compuesta a tiempo real permanece estática cuando no recibe sonido.