Fer Sonar Coloms

Está obra fue creada explícitamente para el espacio del Convent de les Arts d’Alcover en Tarragona. Tras una revisión histórica del lugar, el dúo de arte sonoro Jewel Bell formado por Joan Torné y Roger Conesa, han querido devolver al convento todos los sonidos históricos que durante esos 500 años han quedado silenciados. Desde sus inicios, con la construcción del Convento de las Artes sobre un palomar en 1521, las confesiones y cantos propios de un convento, los saqueos que se produjeron a lo largo de los años, y otros rasgos característicos de su historia. Jewel Bell amplifican esos sonidos que aún resuenan en sus muros, conviviendo las sonoridades de ese pasado reproducidas al mismo tiempo en el presente. Fer Sonar Coloms (Hacer volar palomas) significa hacer suposiciones, sirviéndose de los indicios o señales que uno tiene. También quiere decir tocar los pies en el suelo, imaginar. Es por esto que las sonoridades a tiempo real son transformadas en proyecciones audioreactivas, creando todo un ambiente envolvente para los sentidos de los espectadores.

A medias entre un espacio reconstruido y con claros signos de su abandono, el concierto fue producido en lo más alto del edificio donde su rehabilitación aún es escasa y dividido en dos salas que se comunican entre ellas por tres pequeñas entradas. Cada músico ubicado en cada una de estas, desarrolla su concierto de sonidos interrelacionándose con el otro ubicado en la sala continua. Al mismo tiempo, están ubicadas dos proyecciones diferentes para cada lugar y con estructuras visuales distintas para cada entrada de sonido. Los parámetros del audio se analizan en tiempo real que generan formas visuales reactivas dependiendo de su intensidad, tono, timbre, duración y demás características. Para una de las salas se crea una simulación de partículas que van emergiendo y evolucionando en formas abstractas entre el caos, la simetría y el orden. Estas partículas hacen referencia al vuelo de una bandada de palomas, siendo el lugar un antiguo palomar, que se mueven por las reglas e instrucciones establecidas y dependientes del sonido que se produce. Para la otra sala se diseña una estructura de formas con menos definición en cuanto a formas geométricas. Para mantener una metáfora con las voces, los diálogos y sonidos que se encuentran en los intramuros del convento. Se diseña un espectro de audio proyectado en la pared del espacio, como si se tratase de una visualización de ruido Perlin y con cierta estética glitch. Las formas y los colores cambian y se construyen, como si los sonidos quisieran salir de la pared en formas visuales.